En Contexto
Un lugar seguro para el futuro de la humanidad
Rodrigo Navarro
E
Este “hippie” carpintero y músico aficionado británico que en 1998 de paseo por Quintana Roo decidió, como muchos otros enamorado de su belleza natural, quedarse a vivir. Encontró que la tierra era muy cara, que no hay mucho trabajo y que los monopolios que dominan la economía pagan sueldos con los que apenas podía sobrevivir. Eso sí, con mucho mejor calidad de vida que en la mayor parte de la república de México, una poética y cruel paradoja.
Durante años juntó las botellas, las guardaba en redes de plástico y posteriormente con bambú y madera construyó una plataforma de 20 m de largo por 16 de ancho y así fue dándole forma a su proyecto que bautizó como isla espiral. Una vez terminada colocó una lona encima, tierra, arena y plantas que fue trasplantando de la selva, hasta mangle tenía en su “isla”. Le llamó isla Espiral.
Por siete años vivió sin problema en Puerto Aventuras hasta que el huracán Emily en el 2005 destruyó su “propiedad”. Cuando quiso reconstruir no se lo permitieron. Antes cada vez que venía a bucear a Cozumel desde el DF pasaba unos tres días en Puerto Aventuras con mi amiga Rosa Saucedo y su esposo Curtis. Un día Rosa me presento a Rick y “su isla”. Era impresionante ver crecer la naturaleza en toda su expresión flotando sobre las botellas de plástico. Su nuevo proyecto Isla Espiral II la ha construido más sencilla en Isla Mujeres, Q Roo.
Ya le habíamos platicado querido lector de la increíble cantidad de plástico que flota en nuestros mares y océanos producto de la actividad humana. Lo que primero se llamó la sopa de plástico, después la isla de plástico y por último el continente de plástico por el aumento drástico de presencia de partículas del polímero en el agua de mar afectando a millones de organismos y procesos de vida.
En 10 años de vida de nuestro proyecto Comunicar para Conservar que ahora cada semana alberga amablemente José Cárdenas hemos platicado y planteado el gran problema que causa el plástico a la vida. Esencialmente porque es un derivado del petróleo que tarda en degradarse entre cien y mil años, dependiendo de cómo fue producido. Es un material que perfectamente puede ser reutilizable sin embargo lo tiramos a la basura en el mejor de los casos.
El plástico es parte esencial de nuestra vida, sin embargo durante muchos años vivimos sin él y vivimos bien. Ahora es un problema ambiental. Nos contaba el espeleólogo Germán Yáñez que en la sierra de Guerrero en cuevas en medio de la nada encuentras toneladas de botellas traídas por la creciente en temporada de lluvias.
En el mar según reciente reporte de un grupo de científicos que durante cinco años estudió los giros oceánicos, donde este se acumula, que hay más de 269 mil toneladas de plástico flotando en el océano. Esto significa 5 confetis de plástico (71% de ellos entre 3 y 5 mm. Paula Sobral 2011) por cada molécula de plancton que soporta nuestra vida. Cinco mil doscientos millones de confetis calcularon los científicos, entre ellos Marcus Eriksen del Instituto 5 Gyres en UCLA.
Del mar proviene el 60% del agua que bebemos y el 70% del aire que respiramos. El 33% del alimento que tomamos. Ahí comienzan las cadenas alimenticias que soportan la vida y no solamente la vida en el océano. La semana apasta hablábamos de un reporte que vaticina una extinción masiva en el mar. Le seguiría otra de los animales y vegetales en tierra.
Hace cinco años un impresionante grupo de científicos de todo el mundo quienes trabajan para el Centro de Resilencia (capacidad para resistir una crisis) de Estocolmo y liderados por Johan Rockström (originalmente publicado en la Revista Nature del 24 de septiembre del 2009), definieron nueve fronteras biológicas y medio ambientales que no deberíamos cruzar si queremos tener un mundo “vivible” (léase esto con calidad de vida).
En ese entonces ya habíamos cruzado tres límites: 1. demasiado dióxido de carbono en la atmósfera; 2. la tasa de pérdida de especies es muy alta (pérdida de biodiversidad); y 3. Se tira mucho nitrógeno (contaminación del agua) en los ríos y acuíferos, a este lo llamaron aumento en los ciclos de nitrógeno y fósforo.
En la revista Science del 15 de enero pasado Will Stephan y sus colegas publican que hemos rebasado un cuarto límite o frontera: la deforestación y pérdida de suelo por cambio de uso de suelo.
Los bosques absorben (secuestran) carbono de la atmósfera, atraen lluvias y moderan el clima, meten agua al subsuelo (recarga de acuíferos), producen oxígeno, producen vapor de agua que es crucial para la vida vegetal en el planeta, transforman la energía solar en energía química que es fundamental para el soporte de vida en la tierra. Sirven también de hábitat y refugio para innumerables formas de vida.
Las demás fronteras son: 5. Cambio Climático (aumento de más de dos grados en promedio la temperatura planetaria), 6. Acidificación del océano, 7. Contaminación química y carga de aerosoles en la atmósfera, 8. Uso y consumo de agua dulce; 9. Reducción del ozono atmosférico y aumento en los ciclos de nitrógeno y fósforo.
Cuando le platiqué muy animado a mi esposa los artículos que estaba leyendo respecto a este problema, muy crítica como es (semana a semana es mi más severa crítica) me dice, muy bien y ¿cómo dicen que vamos a resolverlo?
La ciencia no tiene una respuesta mágica, ni una solución sacada de la manga. Eso nos ha hecho creer, que así funciona. Eso lo produce la mercadotecnia que nos vende la tecnología y las medicinas milagro.
En el primer informe Johan Rockström escribe: identificar y cuantificar los límites del sistema planetario que no deben transgredirse prevendrá a los seres humanos a actuar para producir cambios medioambientales irreversibles. Al parecer los científicos y los comunicadores no podemos llegarle al alma del gran público.
Somos los humanos con nuestros actos, con el consumo desmedido de los recursos naturales quienes producimos y agravamos día con día el problema. El asunto es que cada día crecemos exponencialmente y nuestros problemas ambientales también.
El artículo compendia 46 investigaciones sobre estos temas provenientes de 26 universidades e instituciones entre las que sobresalen: Oxford University, Cambridge University, el Centro de Resilencia en Estocolmo, Suecia, el Instituto Godard de la NASA, el Instituto Max Planck de Alemania, el Centro de estudios Económicos y Medioambientales de Washington. Así como universidades de EU, Australia, Suecia, Alemania, Alaska e Inglaterra. Incluyo Alaska porque es importante en sus estudios sobre el deshielo del Ártico.
Los límites más urgentes e importantes son el Cambio Climático (detener la tasa de emisión de GEI) y la protección de la biodiversidad por la amenaza que expresamos, una muy posible sexta gran extinción, pero en esta ocasión causada por la actividad del ser humano.
Semana a semana hablamos de gente ocupada en hacer de este planeta un mundo mejor, contamos historias de éxito. Personas como Jean Michel Cousteau y su padre, Rubén Arvizu, James Cameron, Paty Ruiz Corso, Daniel Chávez el Guardián del Hábitat, Miguel Coral Martín “Pantera”. También científicos ocupados y preocupados como Julia Carabias, Exequiel Ezcurra, José Sarukhan, Rodrigo Medellín, Valeria Souza, Lorenzo Rojas, Guillermo de Anda, Alfredo Cuarón, Miguel Angel Martínez. Rosita y sus viejitas que en un taller de personas de la tercera edad en la delegación Benito Juárez quienes reciclan bolsas de plástico, botellas de PET, tapas de latas que convierten en útiles y artísticos artefactos.
En el primer artículo estos científicos liderados por el Centro de Resilencia de Estocolmo, Suecia describen como hasta ahora, la tierra es el único lugar en donde la vida humana se ha desarrollado. Son nuestros hábitos de consumo y sistemas de producción económica los que han causado este incremento en el deterioro del planeta. Se esgrime una razón económica. Sin embargo sus estudios demuestran que la economía no ha crecido a la par que aumenta la población, la deforestación, la contaminación del aire y el agua, la perdida de capital de vida que dilapidamos constantemente. Somos solamente nosotros quienes podemos hacer de nuestro planeta el único lugar seguro para el futuro de la humanidad.