CANCÚN | Román Martínez
Las instalaciones de lo que fue el mercado de artesanías “Pancho Villa”, que actualmente están prácticamente abandonadas, son una mala imagen en el centro de Cancún, además de que representa un peligro especialmente cuando oscurece, dijo Adela Mendoza, la recepcionista de una empresa de mensajería que todavía funciona en ese lugar.
“Es un lugar descuidado y abandonado”, afirmó la entrevistada, quien dijo que es raro que pasen policías a patrullar los pasillos del lugar, aunque afortunadamente hasta ahora no ha sucedido nada grave.
Sin embargo, señala que a partir de las 17 horas, cuando ya empieza a oscurecer, el riesgo de inseguridad aumenta, pues los pasillos a recorrer del mercado a la avenida Náder se vele muy oscuro, pues la mayoría de los negocios ya cerró.
Comentó que en la empresa que trabaja el horario es de 9 a 18 horas, por lo que al salir siente temor de que la puedan asaltar o le pase algo, ya que es mínima la vigilancia y presencia de policías que, desde su punto de vista deberían tener presencia, pues el lugar está a unos cuantos metros del Palacio Municipal.
También, donde es muy peligroso es en los pasillos de la Náder a la Tulum, entre los mercados de artesanías, La Pulga, Pancho Villa, KiHuic y Flee Market, donde se requiere mayor vigilancia y que se vaya pensando en retomar el mercado, pues han ido personas a tomar fotos, pues existen proyectos para detonar la zona.
“Lo ideal es que volviera a ser mercado de artesanías, que recuperen todo lo que estaba aquí porque el Mercado Pancho Villa y el Kihuic en la avenida Tulum eran el corazón de Cancún hace más de 15 años, pero ahora lo han descuidado mucho”, mencionó.
Sería benéfico para todos que se reactive la economía de la avenida Náder, porque ahorita solo hay movimiento desde las siete de la mañana a las siete de la noche; “eso nos ayudaría a todos, pero primero hay que arreglar las banquetas y ver que se ocupen los edificios que ahorita están abandonados.
“Es importante que las autoridades de los distintos niveles de gobierne ayuden a reactivar e incentivar la economía del centro de la ciudad, apoyando a los empresarios y a los que son dueños de estos locales, para que se pueda hacer lo que era antes, aquí en el Pancho Villa, donde todos los turistas venían”, concluyó, Adela Mendoza, quien tiene 24 años en Cancún.