“Una pena”, así califica Trump a 200 mil muertos por #COVID29 en EE.UU.

Washington/Londres.— Estados Unidos superó ayer la cifra de 200 mil muertos por coronavirus, pero el presidente Donald Trump dijo que, si bien es “una pena”, sin su gestión serían “millones”.

Lejos quedan los días, en marzo, cuando Trump afirmaba que si la cifra de decesos no rebasaba los 200 mil, significaría que había hecho un “buen trabajo”.

Ahora, la meta es mucho más grande. “Creo que si no lo hubiéramos hecho de forma adecuada, tendríamos dos millones y medio de muertos. Si miras las alternativas, tendrías dos y medio millones de muertos, algo así”.

Luego, volvió a culpar a China —donde se originó el virus— por la situación. “China debió detenerlo en sus fronteras. Nunca debieron dejar que esto se extendiera por todo el mundo, es una cosa terrible”.

No importa que Estados Unidos sea el país más golpeado por la pandemia, con 6 millones 890 mil 14 casos y 200 mil 710 decesos por coronavirus, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins. Trump asegura que “hemos hecho un trabajo fenomenal. No sólo bueno, sino fenomenal”. Así lo dijo en el programa Fox & Friends.

Tampoco importa que el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud, proyecta, para el 1 de enero, 378 mil 321 muertos en Estados Unidos, de continuar la tendencia actual.

La opinión de Trump no es compartida por expertos médicos. Anthony Fauci, principal epidemiólogo de la administración del mandatario, dijo que la cifra de los 200 mil es “aleccionadora”, y que mientras no haya vacuna, la forma de enfrentar el virus sigue siendo la misma: usar cubrebocas, lavarse las manos con agua y jabón, distanciamiento. Ni la primera ni la segunda agradan a Trump, quien raras veces usa mascarilla, y quien ha encabezado, de cara a las presidenciales de noviembre, mítines donde el distanciamiento o el uso de cubrebocas son raros.

Fauci no quiso, en un programa de CNN con el doctor Sanjay Gupta, calificar la respuesta de Trump ante la pandemia, pero dijo: “Échale un ojo a los números y saquen sus conclusiones”.

Europa impone otras restricciones

En Europa, el panorama tampoco es halagador. Entre el 14 y el 20 de septiembre, se contabilizaron 4 mil nuevas muertes y fue la zona que registró un mayor aumento en el número de decesos (+27% con respecto a la semana anterior). En Reino Unido se anunciaron más medidas contra el Covid, como toques de queda para bares y restaurantes, más mascarillas obligatorias, aumento de las multas, policía en las calles para verificar el cumplimiento de las normativas, y se retrasó el regreso de los fanáticos a los estadios de futbol. El país elevó a 4 (sobre 5) el nivel de alerta por el Covid-19, frente al 3 que se mantenía desde junio.

“Tenemos que evitar volver por el camino” del confinamiento general como ocurrió en marzo, subrayó el primer ministro Boris Johnson, pero advirtió que se “reserva el derecho de ir más allá” si “la gente no sigue las reglas” y no se logra reducir el ritmo de los contagios en el país.

Tras haber presionado recientemente para que los empleados regresaran a las oficinas y resucitar los moribundos centros urbanos, llamó a todo el que pueda a volver a trabajar desde casa.

Además, a partir del jueves, los pubs, bares y restaurantes deberán cerrar a las 22:00 horas. La obligación de usar mascarilla incluirá ahora al personal de los comercios, los usuarios de taxis y los clientes de restaurantes, excepto para comer o beber.

Comercios o empresas que no respeten las restricciones podrán ser multados con hasta 10 mil libras (13 mil dólares). Y no usar la mascarilla o reunirse en grupos de más de seis personas, con 200 libras en la primera infracción.

En España, otro de los países europeos más golpeados por la enfermedad, casi un millón de habitantes de la región de Madrid ya se encuentran desde el lunes en un régimen de movilidad restringida. En estos vecindarios y municipios, los habitantes sólo pueden salir del sector por razones de primera necesidad, como ir a trabajar, al médico o llevar a los niños al colegio.

Francia trata de contener la propagación del virus con nuevas medidas restrictivas donde el nivel de incidencia está subiendo y es elevado. En Alemania, el Instituto Robert Koch (RKI), centro epidemiológico de referencia, ha mostrado ya su preocupación y la República Checa contempla volver a declarar el estado de emergencia, dijo el ministro de Sanidad, Roman Prymula.

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