Cancún, 11 de marzo.— La Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) trabaja en busca de la unidad del sector empresarial, en especial del inmobiliario, para estimular un desarrollo sustentable y sostenible ante el reto que presenta el futuro de un crecimiento de la infraestructura hotelera, con inversiones muy grandes, y el riesgo de que la ciudad se quede atrás, manifestó su presidente, Miguel Ángel Lemus Mateos.
“Es ahí donde estamos trabajando en cinco ejes con los gobiernos del Estado y municipal: infraestructura, lo que es agua, luz y drenaje; movilidad, para determinar junto con el Implan hacia dónde deben moverse los ejes viales principales y secundarios; asentamientos irregulares, principal problema de Benito Juárez, donde miles de familias viven en esa situación e inyectan sus aguas residuales al manto freático; espacios públicos y residuos sólidos.
Con esos cinco ejes y la sociedad organizada, las asociaciones, desarrolladores inmobiliarios y gobiernos municipal y estatal podemos empezar a hacer un plan de aquí a 10 años para ir regularizando la infraestructura que requiere Benito Juárez”.
Según dijo, hay recursos para atender esos problemas, y es con la recaudación de impuestos y aportaciones especiales que hacen los desarrolladores inmobiliarios en su expansión y crecimiento.
“Los desarrollos de la zona hotelera no tienen problema, ya está aprobada su MIA y tienen sus permisos municipales”.
Sin embargo, dijo que en Benito Juárez hay 290 mil tomas de agua para toda la población y cerca de 320 mil cédulas catastrales, aunque no todas tienen agua. Aparentemente el 94 por ciento está cubierto de agua potable y el 87 por ciento por drenaje.
Esas 290 mil tomas generan .75 de drenaje diario por vivienda, es decir, si son 2 mil litros por vivienda a .75 entre 24 horas y 60 minutos, tenemos una descarga de 1 mil 600 litros por segundo que se canalizan a siete plantas de tratamiento en el municipio, cada una con diferente capacidad, en promedio 400 litros por segundo, de modo que son 2 mil 400 litros por segundo que trata Aguakan, cuando tenemos 1 mil 600-1 mil 800 litros por segundo.
“La cobertura de drenaje está bien, pero hay que planear el crecimiento de las zonas de vivienda social, a las que debemos procurar que se dote de agua, drenaje, vialidades y espacios públicos”.
Insistió en que la zona hotelera, con 30 mil llaves, no tiene problema.
“Si genera 30 mil litros por segundo, no llega ni a 600 litros por segundo de descarga diaria y tiene tres plantas que en conjunto sacan 1 mil200-1 mil 300 litros por segundo. Quizá se sature en horas o días pico, pero no más”.
Sin embargo, los hoteles, a diferencia de una colonia popular, pueden poner sus plantas de tratamiento y el problema se resuelve.