La unión espiritual de dos personas es conocida en la comunidad wixárika o huichol, como “wirraritari”, ceremonia que se puede realizar en este destino y se caracteriza por su sencillez, simbolismo y espiritualidad, a la orilla del mar o en espacios donde la naturaleza es el principal invitado.
En Puerto Vallarta, las “wedding planners” pueden guiar a las parejas con profesionalismo hacia el enlace de sus sueños y, si desean conocer opciones de uniones alternativas, la tradición wixárika de Jalisco es, una de las más auténticas.
Para cumplir con la ceremonia wirraritari, los novios deben vestir indumentaria huichol, es decir, de manta blanca con bordados de flores, venados o astros. Los hombres usan sombreros de palma con adornos de plumas o semillas de árbol y las mujeres, vestidos blancos de manta o lino.
La ceremonia inicia al sostener una ofrenda con maíz de cinco colores, posteriormente el marakame (sacerdote) realiza a los novios una limpia con copal, plumas de águila y halcón acompañado de agua bendita, mientras les da consejos para su vida en pareja. Ahí, menciona que el hombre debe hacerse cargo de ir por la leña (es decir, trabajar) y la mujer debe cocinarle.
Ya limpios espiritualmente, los recién casados unen sus manos, se abrazan, alimentan mutuamente, beben tejuino (una bebida hecha a base de maíz fermentado) y se acuestan sobre un petate.
Ahora que son un wirrárrika (hombre huichol) y una ukari wirrákita (mujer huichol), se celebran bailes al ritmo del tepo, un tambor de madera con piel de venado y el cantador proclama a coro que estarán juntos por siempre, lo que da inicio a la celebración con los invitados
Jalisco cuenta con la mayor población wixárika y las cuatro principales comunidades de este pueblo originario.
El territorio huichol se organiza en torno a las cinco comunidades más importantes: Tuxpan de Bolaños, San Sebastián Teponahuastla, Santa Catarina Coexcomatitlán, San Andrés Cohamiata y Guadalupe Ocotán. Las primeras cuatro están en Jalisco y la última, en Nayarit.
Dentro de la cultura wixárika, los lugares sagrados son pilar fundamental de su cosmovisión, y en ello Jalisco es el Te’akata, es decir, centro del universo de la cultura huichol.
Aunado a ello, Puerto Vallarta ofrece amplia oferta de arte huichol en muchas de sus galerías, donde es posible encontrar piezas elaboradas con chaquira, estambre, madera y algunos otros materiales, que además de su bella apariencia, representan aspectos profundos de la cosmovisión de la principal etnia de Jalisco.
Fuente: Galu Comunicación