Urgen a mejorar el tratamiento del agua en todo México para evitar un colapso de los ecosistemas

Cancún, 4 de marzo.— Si no mejoramos el tratamiento y disposición de las aguas residuales el riesgo de colapso de los ecosistemas es altísimo. El compromiso no debe quedar para mañana, es para hoy y tenemos que desarrollar mucho trabajo en pro de la conservación del ecosistema, manifestó José Alan Caballero Vázquez, director de la Unidad de Ciencias del Agua, Campus Cancún, del Centro de Investigación Científica de Yucatán.

Esa es un área de oportunidad importante en la que tenemos que mejorar el manejo de las aguas residuales, añadió. Faltan datos para ser precisos en cuanto a la situación, pero necesitamos acciones tendentes a una mayor eficiencia en la operación de las plantas de tratamiento.

Entrevistado en el marco de un diplomado sobre el manejo de las plantas de tratamiento, dijo que hay un reto importante en torno al compromiso de mantener la conservación de los ecosistemas y un elemento fundamental que es el agua.

“Tenemos un área de oportunidad en cuanto a tener una mejor disposición de las aguas residuales. La idea es capacitarnos de forma vertical, que los responsables de las plantas de tratamiento tengan capacitación técnica en torno a su trabajo para avanzar en el proceso de tener una mejor disposición y manejo de las aguas residuales”. 

El agua que sale de las plantas de tratamiento debe tener las condiciones mínimas necesarias para inyectarse al manto acuífero o irse a la zona costera con una calidad que no afecte el funcionamiento de los ecosistemas arrecifales y costeros.

Sin embargo, dijo que faltan muchos estudios puntuales para determinar cómo está la situación en torno a los procesos de tratamiento de aguas residuales, pero es un hecho que se debe trabajar mucho si se considera que el agua es el elemento clave de toda la actividad que se desarrolla en la zona.

“Todo está vinculado con la calidad del líquido”.

Por último, confirmó que por su concentración de metales pesados, el lixiviado de sargazo está afectando la calidad del agua y los ecosistemas, una afectación que aún es difícil cuantificar.

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