WASHINGTON .- La policía dispersó el viernes a bloques de manifestantes que se enfrentaron entre sí durante las protestas por la asunción del presidente estadounidense Donald Trump.
Las enérgicas manifestaciones se desarrollaban pacíficamente en varios puntos de control de seguridad cerca del Capitolio mientras la policía ayudaba a quienes poseían entradas para acceder a la ceremonia inaugural. Entre varias pancartas podía leerse “Que la libertad sea para todos” y “Liberen a Palestina”.
Pero en un momento dado la policía persiguió a un grupo de unos 100 manifestantes que destrozaron las ventanas de empresas del centro de Washington mientras denunciaban al capitalismo y a Trump. El equipo antimotines usó aerosol de pimienta y eventualmente acordonó a los manifestantes que gritaban “Manos arriba, no disparen” al tiempo que un helicóptero sobrevolaba el lugar.
Los incidentes se produjeron aproximadamente una hora antes de que jurara Trump en el Capitolio.
Cerca del lugar las filas de quienes tenían boletos para entrar a la ceremonia comenzaron a hacerse más largas a medida que los manifestantes obstruían los retenes de acceso.
La coalición DisruptJ20, que tomó su nombre de la fecha de la investidura, había prometido que intentaría bloquear las celebraciones arriesgándose al arresto si fuera necesario.
La simpatizante de Trump, Brett Ecker, dijo que la acción de los manifestantes no iba a arruinar el día.
“Sólo están aquí para causar problemas”, dijo la maestra de escuela pública de 36 años. “Me molesta un poco que la gente elija hacer esto, pero una vez más es una de las cosas que me encanta de este país”.
En un puesto de control los manifestantes llevaban monos de color naranja con capuchas negras sobre la cara para representar a los prisioneros de la cárcel estadounidense en la Bahía de Guantánamo. Eleanor Goldfield, que ayudó a organizar la protesta de Disrupt J20, dijo que los manifestantes querían mostrar a Trump y a sus “equivocados, mal informados o simplemente peligrosos” partidarios que no se mantendrán en silencio
Black Lives Matter y grupos feministas también hicieron oír su voz.
La mayoría de los partidarios de Trump que caminaban a la inauguración ignoraron a los manifestantes fuera de la estación de tren Union Station, pero no a Doug Rahm, quien mantuvo un acalorado intercambio de insultos con ellos.
“Consíganse un trabajo”, dijo Rahm, un miembro de un grupo que simpatiza con Trump de Filadelfia. “Dejen de llorar copos de nieve, Trump ganó”.
Fuera del Museo Internacional del Espionaje manifestantes con sombreros rusos ridiculizaron las alabanzas de Trump al presidente Vladimir Putin y marcharon con carteles en los que se leía en inglés “Títere de Putin” y “Empleado del mes del Kremlin”.
Más manifestaciones están previstas para lo que resta del día. DisruptJ20 convocó a una marcha desde Columbus Circle, afuera de la Union Station, al mismo tiempo en que Trump jure como presidente.
La ruta de la manifestación, que los organizadores llamaron “Festival de la Resistencia”, se extiende por 1,5 milla hasta McPherson Square, un parque a tres cuadras de la Casa Blanca, donde habrá un acto con el cineasta y activista liberal Michael Moore.
“Vamos a hacer una fiesta en la calle para nuestro lado”, dijo el organizador David Thurston a los reporteros la semana pasada y anticipó que habría bateristas, músicos y un grupo de bailarines.
A lo largo de la ruta del desfile la coalición de grupos antibélicos ANSWER planificó demostraciones en dos lugares.
Manifestantes y partidarios de Trump se enfrentaron el jueves por la noche fuera de un evento de apoyo al nuevo mandatario en Washington. La policía usó aerosol químico en un esfuerzo por controlar a la multitud rebelde. Cientos de personas se reunieron frente al Club de la Prensa Nacional en el centro de Washington donde se celebraba el “DeploraBall”, un juego basado en un comentario de campaña de Hillary Clinton que una vez se refirió a muchos de los partidarios de Trump como una “canasta de deplorables”.
Las demostraciones no terminarán cuando Trump ocupe su lugar en la Casa Blanca. Una masiva marcha de mujeres está prevista para el sábado en Washington. Christopher Geldart, director de Seguridad Nacional del Distrito de Columbia, dijo que 1.800 autobuses se han registrado para estacionar en la ciudad el sábado, lo que podría significar que casi 100.000 personas vendrán a la ciudad por ese medio.