CANCÚN, 18 de febrero.— La comunidad veterinaria de Cancún se unió este martes 18 de febrero a la protesta nacional “Un día sin veterinarios”, exigiendo justicia por el asesinato de su compañero Héctor Hernández Cañas, ocurrido en Tultepec, Estado de México.
Como parte de la manifestación, veterinarios y estudiantes realizaron una marcha pacífica sobre la avenida Bonampak, frente a Malecón Tajamar, en honor a su colega.
Héctor Hernández, con 17 años de experiencia, realizó el pasado 9 de febrero una cirugía para extraer un hueso que obstruía el esófago de una yorkshire de 8 años.
Los tutores posteriormente confirmaron el diagnóstico con estudios adicionales y autorizaron la cirugía.
A pesar de los esfuerzos, la yorkshire no sobrevivió debido a complicaciones derivadas de una atención tardía, debido a que sus dueños se tardaron en decidir.
El veterinario aseguró que la negligenciano fue de su parte, sino de los tutores, quienes habrían delegado el cuidado de la perrita a una menor de edad.
Posteriormente, Hernández denunció que fue víctima de amenazas, extorsiones y ataques en redes sociales por parte de los dueños de la mascota.
Tras las amenazas, el médico veterinario fue víctima de un ataque con arma blanca que le costó la vida.
En la manifestación en Cancún, con pancartas y consignas sus compañeros exigieron mayor seguridad y respeto por su labor, denunciando la vulnerabilidad a la que se enfrentan en el ejercicio de su profesión.
El movimiento también incluyó un paro nacional, con el objetivo de visibilizar la creciente violencia hacia los veterinarios.
En un video difundido en redes sociales, los manifestantes recalcaron que la salud de las mascotas es una responsabilidad compartida entre dueños y veterinarios, y que, a pesar de todos los esfuerzos médicos, hay situaciones que escapan al control humano.
La protesta concluyó en la glorieta de las avenidas Tulum y Cobá, donde los veterinarios reiteraron su llamado a las autoridades para implementar medidas que protejan su ejercicio profesional y eviten que tragedias como la de Héctor Hernández se repitan.