De acuerdo con información de la Fiscalía General del Estado, la carpeta de investigación se inició tras la denuncia por la desaparición de la víctima el pasado 13 de abril. De inmediato se activó el protocolo de búsqueda, desplegando un amplio operativo con la participación del Ejército Mexicano, Secretaría de Marina, Guardia Nacional, Policías Estatal y Municipal, además de ciudadanos voluntarios.
El cuerpo sin vida fue hallado en la localidad de Nicolás Bravo. La necropsia reveló que la causa de muerte fue un traumatismo torácico cerrado contuso, así como un disparo en la cabeza, el cual ocurrió post mortem.
Las investigaciones llevaron a reunir pruebas clave: un casquillo percutido encontrado en la escena del crimen que coincide con un arma localizada en el domicilio del imputado; además, placas calcinadas correspondientes al vehículo de la víctima, una camioneta Chevrolet Tracker, que fue incendiada a unos metros del Colegio de Bachilleres en Nicolás Bravo. También se descubrió que el teléfono de la víctima había sido quemado en el lugar del hallazgo, en un intento de borrar evidencias.
Francisco Clemente “N” habría sido la última persona en contactar a la víctima, a quien supuestamente ayudaba a conseguir un neumático. Testimonios recabados durante la investigación indican que había un conflicto personal previo entre ambos, lo que apunta a un posible móvil pasional detrás del crimen.
Tras el análisis de los datos de prueba presentados, el Juez de Control determinó vincular a proceso a Francisco Clemente “N” e impuso prisión preventiva como medida cautelar, por un plazo de dos años o el tiempo que dure el proceso.
La Fiscalía General del Estado reiteró su compromiso con el esclarecimiento de los delitos, trabajando con rigor en el uso de tecnología, investigaciones de campo y gabinete para garantizar justicia y combatir la impunidad.