Las autoridades mexicanas deben estar en guardia ante un posible contagio masivo por coronavirus.
José Ángel Córdova, exsecretario de Salud federal, advirtió que cuando se registren casos confirmados de COVID-19 en Centroamérica, el país podría verse rebasado por la epidemia.
El exfuncionario, quien enfrentó la pandemia del AH1N1, explicó que el contagio masivo podría expandirse vía terrestre ante el flujo migratorio que a diario registra la frontera sur mexicana.
En entrevista con Excélsior, urgió al gobierno a poner en marcha cuatro acciones a partir de esta primera fase, en la que sólo hay casos importados.
Estas son: contabilización exacta de la infraestructura con la que se cuenta respecto al número de pacientes potenciales; implementar el distanciamiento social cuando haya decenas de casos confirmados; definir un fondo de recursos para la contingencia y evitar la escasez y el encarecimiento de insumos como cubrebocas.
En tanto, en México se mantiene en cinco el número de contagios confirmados por COVID-19, así como 38 casos sospechosos.
Migración inyectaría COVID-19 a México
El exsecretario de Salud José Ángel Córdova Villalobos explica que el país podría verse rebasado por esta epidemia, debido a que podría surgir un contagio masivo.
Cuando se registren casos confirmados de COVID-19 en Centroamérica, México podría verse rebasado por esta epidemia, debido a que podría surgir un contagio masivo —vía terrestre— ante el flujo migratorio que a diario se vive en nuestra frontera sur, alertó José Ángel Córdova Villalobos, exsecretario de Salud, quien en el sexenio de Felipe Calderón enfrentó la pandemia de influenza AH1N1.
En entrevista con Excélsior, añadió que durante esta primera fase, en la que sólo se han presentado casos aislados de la nueva cepa de coronavirus, el gobierno federal, de inmediato, debe poner en marcha, por lo menos, cuatro acciones:
La contabilización exacta de la infraestructura con la que se cuenta, con respecto del número de pacientes que habitualmente se atienden en cada hospital, con la finalidad de que el número de hospitalizados no rebase el número de camas, ventiladores o incluso de salas de terapia intensiva.
Recomiendan tener fármacos adyacentes
Aunque está claro que no existen medicamentos contra el COVID-19, dicho inventario debe incluir los fármacos adyacentes que se puedan utilizar para complicaciones en pacientes con otras enfermedades, como por ejemplo, los cardiotónicos para el corazón, broncodilatadores o antibióticos de tercera generación.
En el momento que se registren “decenas de casos confirmados”, en un lapso máximo de tres días se deben implementar las medidas de distanciamiento social —que ya se demostró que sí evitaron un mayor número de contagios— y reforzar masivamente las medidas de higiene que se utilizaron en la pandemia de influenza de 2009.
Establecer y definir un fondo de recursos destinados para la contingencia.
Y un plan de contingencia que, pactado con la iniciativa privada, ya se debería estar implementado para evitar escasez y encarecimiento de insumos, como cubrebocas o gel para manos.
“Mi temor es que de repente pudieran aumentar los casos súbitamente. De manera masiva, pero eso no lo veo más que a través de una migración por tierra, porque aérea es muy difícil que venga un avión lleno de gente infectada, por eso ahora están tranquilos.
“Pero los casos van a estar apareciendo continuamente. Y sí puede ser que en algún momento, el número de personas que eventualmente, dadas sus condiciones de salud, se pongan graves, si no se tienen preparadas salas de terapia intensiva, ventiladores, esto pueda rebasarnos y con el riesgo de que puedan morir.
“Ahorita están llegando de China o de Italia, pero el tema es que al rato pueden llegar de otros lados. Pueden llegar de Centroamérica y ahí generar un crecimiento muy amplio y de ahí sí se pueden venir por carretera o caminando a nuestro territorio”, detalló.
Tras reiterar que “nunca se exageró” en las medidas que se tomaron durante la pandemia de influenza de 2009, Córdova Villalobos señaló: “Ahora que no estamos en esa presión de la contingencia mayor, hay que revisar, por ejemplo, si hay una ciudad con diez millones de personas y sólo hay tres mil ventiladores, vamos a tener un problema grave si la enfermedad llega con todo.
“Y más vale tener posibilidad de comprar, en este caso, más ventiladores, porque si no los pacientes se mueren.
“Además, hay que recordar que suspendimos cirugías que no eran urgentes para darle prioridad a los pacientes con influenza y esto se debe tener en consideración”.
Respalda propuesta de Morena de crear un fondo
Con respecto de un fondo para contingencias, el exsecretario de Salud respaldó la propuesta de Morena en la Cámara de Diputados para la creación de un fondo emergente de 25 mil millones de pesos, pues argumentó que en 2009, el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos del desaparecido Seguro Popular, que tenía entre 20 mil y 30 mil millones de pesos, fue determinante para la contención de la pandemia.
“Sí, es recomendable y espero que el Insabi tenga ese fondo, que se pueda tener un recurso, que no tiene que ser tan pequeño para poder hacer frente. Y si no se utilizan todos los recursos, posteriormente pueden ser utilizados para otra contingencia o para la atención de enfermedades como el cáncer o para la compra emergente de todo tipo de medicamentos”, explicó.
Al señalar que no ha sido consultado por el actual gobierno, Córdova platicó que “con toda humildad”, durante la pandemia de influenza convocó a los secretarios de Salud de sexenios anteriores, independientemente de su filiación política.
En la convocatoria participaron Julio Frenk Mora, Juan Ramón de la Fuente, José Antonio González Fernández Guillermo Soberón y Jesús Kumate.