Un vuelo de la compañía American Airlines que cumplía la ruta entre Londres y Los Ángeles se vio obligado a regresar al aeropuerto de Heathrow luego de que siete asistentes de vuelo y varios pasajeros perdieran el conocimiento por causas aún por determinar.
El vuelo AA109 sobrevolaba cerca de la ciudad de Keflavik, en Islandia, cuando un anuncio de la cabina preguntó a los pasajeros si había algún médico a bordo. En esos momentos, algunos de los asistentes de vuelo colapsaron, desatando el pánico generalizado.
Entrevistado por el diario británico Mirror luego de que el avión regresara a tierra, un pasajero identificado como Lee Gunn apuntó que habían pasado dos horas y media desde el despegue cuando el capitán pidió asistencia médica. Luego del anuncio, “se encendieron las luces interiores del aparato y la gente despertó en medio de la conmoción”.
Otro pasajero reporta que “una asistente de vuelo caminaba por el pasillo cuando súbitamente se desmayó. Luego otras seis o siete comenzaron a sentirse débiles y advirtieron que en cualquier momento podían desmayarse”.
“Fue entonces cuando el capitán anunció que el vuelo debía volver a Londres, pues no estaba dispuesto a arriesgar la vida de las personas enfermas”.
El vuelo aterrizó en Heathrow cinco horas después de su despegue, pero los pasajeros no pudieron desalojar la aeronave hasta que cuerpos de seguridad y ambulancias llegaron al lugar.
De acuerdo con autoridades aeroportuarias, las personas enfermas fueron atendidas por personal médico pero no fue necesario trasladar a ninguna a algún hospital, lo que aumentó el misterio sobre el mal que provocó que el vuelo regresara a tierra.
(Agencias)