Los gases lacrimógenos regresaron al Parlamento de Kosovo.
Pese a controles de seguridad en la entrada, legisladores opositores volvieron a usar gas para impedir el funcionamiento del Parlamento kosovar y presionar al Gobierno para que renuncie a acuerdos con Serbia.
Así, al reproducir el método que llevan empleando desde el año pasado para conseguir por la fuerza la dimisión del Gobierno y la retirada de los acuerdos de normalización de las relaciones políticas con Serbia, se interrumpió violentamente la primera sesión parlamentaria del año.
La sesión que se retrasó unos 50 minutos, quedó temporalmente suspendida después de que desde la bancada de la Oposición se lanzó una lata de gas lacrimógeno.
Seis policías equipados con máscaras de gas intentaron recuperar el cartucho de gas para sacarlo de la sala antes de que el humo se propagara, sin éxito, ya que fueron bloqueados y empujados por diputados de la Oposición.
Mientras, ante el edificio del Parlamento en Pristina, rodeado de un gran número de agentes antidisturbios, cerca de 200 simpatizantes de la Oposición se manifestaron con gritos de “Abajo el Gobierno”.
Desde octubre, la Oposición ha alterado el funcionamiento de la cámara empleando gas, spray de pimienta, silbatos y botellas de agua.
Se oponen a un acuerdo entre Kosovo y Serbia, alcanzado el año pasado, que da más poder a los serbios en el país. También están en contra de un acuerdo de demarcación de fronteras con Montenegro.
Algunos miembros del Gobierno han cuestionado los pactos.
En diciembre, el Tribunal Constitucional de Kosovo decidió que parte del acuerdo con Serbia incumplía la Carta Magna del país.
Agencias