Después de 5600 años de espera ha despertado la amenaza más grande del mundo, el primer mutante llamado Apocalipsis. Los X-Men necesitarán toda la ayuda posible para enfrentar esta amenaza imparable. El mundo verdaderamente está en crisis, solo puede contar con este grupo de inadaptados.
Con esta premisa tan simple, Bryan Singer vuelve a explorar este universo de mutantes y humanos temerosos cuyo encanto ha durado por 16 años. Tras un semi-reinicio de la franquicia con “First Class” y su segunda parte “Days of Future Past”, en esta ocasión intenta recrear la emoción de estas entregas anteriores pero se le escapa de las manos un elemento muy importante: desarrollo de personajes.
La cinta lucha por darle un diálogo importante a cada personaje, pero termina siendo un intercambio de guiones dentro de un elevador lleno, antes que un equipo de mutantes tratando de salvar su mundo.
James McAvoy, encargado de interpretar al Profesor Xavier, parece disfrutar de los 80s al punto de ser una copia de Miami Vice en su vestuario. Sus diálogos se vuelven fieles discursos.
Michael Fassbender, interpreta a Magneto, 2 ó 3 escenas demuestran su rango actoral, pero después del primer acto pasa a ser un extra glorificado, aquí es donde se pone interesante la película…
El director trata de construir toda la premisa alrededor de este mutante que puede hacer de todo, todo el mundo siente miedo por él, sabemos esto por diálogos no por acciones, pero cuando llegan las explosiones y peleas, la amenaza pierde perspectiva. Se destruye a un Nueva York desértico lo que romper con cualquier credibilidad.
Oscar Isaac da vida a Apocalipsis, este actor tiene un rango actoral increíble, lamentable la selección de vestuario y maquillaje tratando de cubrir cualquier detalle que lo identifique, bien podría ser Meryl Streep dentro de ese traje y nadie se daría cuenta. Su personaje, siendo el primer mutante y teniendo poderes increíbles, el guion no lo usa como un verdadero villano, lo coloca como un catalizador para hacer que la franquicia siga delante por muchos años más, este es el verdadero problema que enfrenta el espectador con este subgénero de superhéroes.
X-Men: Apocalipsis es una cinta desaprovechada al máximo. Además busca generar expectativa con una aparición del hombre de garras y pelo puntiagudo; sin embargo, su aparición es solo para nombrar lista y no brillar en este filme sin ángel. El director debería considerar el quedarse de nuevo como productor de la franquicia, ya que él solito la está llevando a nuevos territorios: el oscuro fondo.
(Agencias)