La firma china Xiaomi presentó este martes su nuevo teléfono inteligente de gran tamaño, el Mi Max, que busca plantar cara a los modelos estrella de los líderes Samsung y Apple y se suma al rápido auge de las empresas chinas en este sector.
En un evento multitudinario celebrado en Pekín, la empresa presentó un nuevo modelo con una gran pantalla de 6.44 pulgadas y a un coste de 1.499 yuanes (unos 200 euros) en su variante más barata, que contiene 3 GB de memoria RAM y 32 de memoria interna, según anunció la empresa.
Este nuevo modelo tiene un grosor de 7.5 milímetros, un peso de 203 gramos y una batería que -asegura- tiene potencia para retransmitir vídeo en directo durante 14 horas. La empresa también lanzó su modelo actualizado de interfaz, llamado MIUI8, del que ensalzó su mayor capacidad de gestión de imágenes, segur.idad mejorada y capacidad para escribir mayor cantidad de caracteres en mandarín.
Según esta compañía, el sistema MIUI ha pasado por las manos de 200 millones de usuarios en el mundo. La estrategia de Xiaomi -que, según datos de 2015, lideraba el mercado de los teléfonos inteligentes en China- es ofrecer dispositivos de alta gama, sofisticados y con características parecidas a las ofrecidas por Apple y Samsung, aunque contando con la ventaja comparativa de un precio más barato.
Aún así, en el mundo Xiaomi no es una de las marcas chinas líderes en ventas: por detrás del duopolio de Samsung y Apple se sitúan fabricantes chinos como Huawei, Oppo y Vivo, según datos ofrecidos en abril por la empresa de análisis tecnológico International Data Corporation (IDC).
Según datos anteriores, Xiaomi ocupaba el quinto puesto mundial, del que fue desplazado a causa del ascenso de las empresas móviles chinas Oppo y Vivo, poco conocidas fuera de China pero que pelean en un mercado muy competitivo y volátil, donde las marcas chinas ofrecen productos parecidos y compiten por situarse las primeras dentro de un ascenso generalizado de todas ellas.
Respecto a los líderes del sector, Samsung ofreció datos positivos el pasado abril, donde aseguraba haber elevado su beneficio neto un 13.55% interanual en el primer trimestre (aunque el ya citado estudio de IDC también informó de que su número de unidades vendidas bajó un 0.6% interanual).
Primera caida de Apple
Por otro lado, el beneficio de Apple sufrió la primera caída de los últimos 13 años en el primer trimestre de este año y las ventas de los teléfonos iPhone se contrajeron por primera vez en la historia, un traspié que interrumpió la meteórica carrera de la compañía estadounidense.
El sector de los teléfonos inteligentes ha sido uno de los más crecientes en la economía global de los últimos años: en 2015, el número de unidades vendidas aumentó un 15.5% respecto al año anterior, especialmente por el impulso que supusieron las unidades adquiridas en países emergentes, según la consultora Gardner.
Aún así, las ventas totales de teléfonos inteligentes subieron menos este primer trimestre de 2016 (según datos del informe de IDC) cuando el ascenso fue sólo de un 0.2%.En el mercado interno de China, el número de ventas de teléfonos inteligentes no ha sido tan alto como en años anteriores, cuando se disponía de pocos dispositivos de este tipo y su precio asequible promocionó un fuerte ascenso entre los ciudadanos, que ahora prefieren renovar su modelo en periodos más largos de tiempo.
(Agencias)