la candidata a senadora por Quintana Roo de la coalición Fuerza y Corazón por México, Mayuli Martínez Simón, afirmó que el gobierno de Xóchitl Gálvez acabará con la corrupción que prevalece en la planeación de ciudades, como las de Quintana Roo.
“Xóchitl Gálvez ha propuesto aumentar las facultades de los Institutos de Planeación Municipal para que tengan mayor autonomía y se conviertan en instituciones ciudadanas”, señaló Mayuli Martínez.
Esta propuesta busca que estos institutos planifiquen el desarrollo de las ciudades con una visión de largo plazo y que los planes se cumplan.
Esta iniciativa responde a la necesidad de poner fin a la falta de continuidad en la planeación de las ciudades, ya que ésta se sujeta a los vaivenes políticos, a los cambios de presidentes municipales cada tres años y a los intereses económicos que hay detrás ellos.
“La planeación urbana se ha convertido en un negocio para políticos coludidos con desarrolladores. Los programas de desarrollo se han convertido en instrumentos de corto plazo y eso es nocivo para el sano desarrollo de nuestras comunidades”, afirmó Mayuli Martínez.
En Quintana Roo, “hemos sido testigos de cómo esta complicidad ha propiciado desarrollos de vivienda que generan hacinamiento y se convierten en cuna de la delincuencia”.
“Basta ya de permitir que estos intereses particulares mantengan a ciudades como Cancún, Puerto Morelos y Tulum sin sus planes de desarrollo urbano, promoviendo desarrollos anárquicos, incertidumbre jurídica y afectando la calidad de vida”, subrayó.
La propuesta de involucrar a ciudadanos comprometidos en los institutos de planeación es un paso crucial para combatir la corrupción en la planeación urbana.
“Es hora de dejar de lado los intereses particulares y políticos que han permeado el desarrollo urbano, especialmente en lugares turísticos como Quintana Roo”, expresó Martínez Simón.
“La corrupción en la planeación urbana es un cáncer que ha minado el progreso y la calidad de vida en nuestras ciudades y ha originado asentamientos irregulares, como en los que viven más de 300,000 personas en Cancún”, enfatizó.
“Los ciudadanos deben tener voz y voto en las decisiones que afectan el futuro de sus comunidades. Es la única manera de asegurar que los intereses de la ciudadanía estén por encima de los intereses particulares y políticos”, concluyó.