Zelensky asegura Putin quiere que los ucranianos mueran congelados y en oscuridad

Rusia lanzó este martes ataques aéreos que cortaron los suministros de agua y electricidad a centenares de miles de ucranianos, como parte de lo que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, ha descrito como una campaña de Moscú para dejar al país sumido en el frío y la oscuridad, y que imposibilita las negociaciones de paz.

Zelensky aseguró que casi la tercera parte de las estaciones eléctricas ucranianas han sido destruidas en la última semana, “provocando apagones masivos en el país”.

“No queda espacio para las negociaciones con el régimen de Putin”, tuiteó el mandatario.

Privar a la gente de agua, electricidad y calefacción cuando el invierno empieza a sentirse, y el uso extendido de los llamados drones suicidas han abierto una nueva fase en la guerra de Ucrania. Los ataques parecen tratar de desgastar la notable resistencia que los ucranianos han mostrado en los casi ocho meses desde que comenzó la invasión de Moscú.

En tanto, en el frente, la situación sigue siendo “muy complicada” para las fuerzas rusas en la ciudad de Khersón, en el sur de Ucrania, según el nuevo comandante ruso Sergei Surovikin.

Surovikin dijo a reporteros en Moscú que las fuerzas armadas rusas ayudarían a evacuar a la población civil en anticipación a una ofensiva ucraniana.

Khersón es una de las cuatro regiones que Rusia se anexó ilegalmente el mes pasado. El jefe regional Vladimir Saldo señaló el martes que los residentes de Berislav, Belozersky, Snigiryovsky y Alexandrovsky serían trasladados al otro lado del río Dniéper, lejos de donde los soldados rusos construyen “fortificaciones defensivas a gran escala”.

Saldo llamó a los residentes a conservar la calma y dijo que seguirían “bajo la confiable protección del ejército ruso”.

El viernes pasado, Saldo también había instado a los residentes de Khersón a evacuar. Las autoridades rusas prometen un traslado y hospedaje sin costo a todo aquel que vaya a Rusia, la única ruta que les han ofrecido.

Incluso lejos de las líneas del frente, los servicios básicos ya no están garantizados, pues los ataques rusos por todo el país dañan instalaciones clave a diario.

La última ciudad desprovista de electricidad fue Zhytomyr, donde se ubican bases militares, industrias y bulevares frondosos, y situada a unos 140 kilómetros (85 millas) al oeste de Kiev. El alcalde dijo que toda la ciudad de 250 mil habitantes se quedó sin luz y agua al principio. Las reparaciones devolvieron la electricidad rápidamente a algunas casas, pero 150 mil personas seguían sin luz horas después del ataque matutino, informaron las autoridades regionales.

Pavlo Raboschuk, un reparador de computadoras de 33 años en Zhytomyr, dijo que en su camino al trabajo sólo vio abiertos pequeños comercios que podían estar sin luz.

“Sólo puedo pensar en malas palabras”, manifestó. Se prepara para un “duro y oscuro invierno” y ya tiene provisiones de alimentos deshidratados, ropa abrigadora y baterías.

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